Tema 7/8: Comparación sistemas educativos Corea del Sur y Japón - Diario
«La educación es un acto de amor,
por tanto, un acto de valor».
Paulo Freire
por tanto, un acto de valor».
Paulo Freire
En la anterior entrada se trató, entre otros temas, las presentaciones realizadas en clase sobre el sistema educativo en Finlandia, Corea del Sur y Japón. En esta publicación me gustaría establecer una comparación entre estos dos últimos países pertenecientes al mismo continente, Asia.
1. Contexto
Corea del Sur es una democracia parlamentaria con un gobierno presidencial, el Presidente es el Jefe de Estado. Es un país de 51 millones de habitantes. Desde 1950 su rápido crecimiento llevó al país a convertirse en la decimotercera economía mundial. En 60 años ha suprimido, prácticamente, el analfabetismo pues, la alfabetización ronda el 90%. Es uno de los países más avanzado en tecnología y comunicación. El sector más importante es el de los servicios (emplea casi un 70% de la población) al que le sigue el sector de la industria.
Japón es una monarquía parlamentaria. Es un país de 126 millones de habitantes. El territorio japonés presenta unas condiciones desfavorables (terreno montañoso, desastres naturales, etc), lo que les obliga a conseguir el progreso a través de la educación y la disciplina. La sociedad tiene una fuerte mentalidad cooperativa.
2. Obligatoriedad de la enseñanza
En Corea del Sur la enseñanza es gratuita y obligatoria desde los 7 a los 15 años. La escolarización puede ser en centros públicos o privados.
En Japón la educación obligatoria es pública y gratuita desde los 6 a los 15 años. La escolarización puede ser en centros públicos o privados.
3. Importancia da la educación e inversión
Para los surcoreanos la educación es el motor del desarrollo, es decir, el único medio para tener un buen futuro y que el país crezca. Por esto, Corea del Sur dedica aproximadamente un 7 % de su PIB (año 2014) a la educación, también las familias invierten casi un 20 % de su salario para que sus hijos puedan continuar los estudios después de la etapa obligatoria. Los ciudadanos piensan que si alguien no tiene éxito en la escuela, tampoco lo tendrá en la vida.
Para los alumnos japoneses la escuela es como su segundo hogar. La sociedad está muy involucrada en la educación de sus ciudadanos y todos son responsables de la misma. Sin embargo, es uno de los países de la OCDE que menos gasta, ya que dedica un 3,67 % de su PIB (año 2014) a educación.
3. Estatus social del docente
En Corea do Sur el docente es muy respetado y es una de las profesiones mejor pagadas. Solo acceden a la facultad para estudiar Magisterio los mejores de cada promoción. A lo largo de su profesión tienen evaluaciones anuales (familia y alumnos también).
La preparación de los profesores en Japón es de destacar. Los docentes son muy respetados y se valora mucho el esfuerzo que realizan con los alumnos. Al igual que en Corea del Sur, solo acceden a esta profesión los mejores. Cabe mencionar, la relación estrecha que tienen los docentes con los discentes (1h de tutoría al día) y el contacto que mantienen con las familias de los alumnos.
4. El alumno
Los alumnos surcoreanos reciben más de 10 horas de clase al día, pasando en la escuela entre 6 y 7 horas y entre 4 y 5 horas en la academia. El tiempo que le dedican los alumnos al estudio sobrepasa, en gran manera, la media de la OCDE. Además, están sometidos a una gran presión, exigencia y disciplina, tanto en la escuela como fuera de ella. Los niños no tienen tiempo para socializar ya que piensan que eso resta tiempo al estudio.
En Japón los alumnos cuidan la escuela y ven a sus compañeros como una segunda familia. El éxito se debe al esfuerzo personal de cada estudiante. Los alumnos también trabajan muchas horas pero sin llegar a la gran cantidad de Corea del Sur.
5. Metodología
En las escuelas de Corea del Sur se le da gran importancia a la memorización, dejando de lado la comprensión conceptual y la creatividad. La competencia digital es muy importante ya que consideran que es lo que les va a preparar para superar los retos de la sociedad actual y futura.
La metodología en Japón es activa y práctica, siendo poco el tiempo que invierten los profesores en dar clase y repetir contenidos. Es un aprendizaje a través de la prueba y el error, fomentando así la resolución de problemas sin miedo a equivocarse.
6. Otros puntos interesantes
- Positivos
Corea del Sur:
Tanto los centros públicos como privados reciben ayudas del Gobierno y casi no hay diferencias pedagógicas entre ellos.
Almuerzo gratuito en la escuela.
Las familias realizan donativos a las escuelas públicas para mejorar las instalaciones.
La tecnología es una herramienta para que todos tengan acceso a la educación, es por eso que los profesores reciben formación para que puedan integrar las TIC en el aula.
Japón:
Los estudiantes tienen varias opciones en lo referente a la educación superior.
Los alumnos limpian el centro en el que estudian, esto favorece la adquisición de valores que hacen que respeten el trabajo de los demás y cuiden la ciudad en la que viven.
Las asociaciones de padres tienen un papel muy importante en la escuela.
- Negativos
Corea del Sur:
Gran descontento del alumnado que tiene como consecuencia la tasa de suicidio más alta del mundo en menores de 24 años.
Los estudiantes surcoreanos suelen ser de los mejores en las pruebas de acceso a universidades como Harvard o Yale pero una vez dentro, casi el 44 % fracasa, ya que no saben cooperar o improvisar.
Japón:
Aulas masificadas (entre 35 y 45 alumnos).
Muchas horas diarias de deberes.
Alta competitividad. Rankings en los periódicos de los mejores centros.
Como conclusión, podemos ver como en estos dos países pertenecientes al mismo continente, el éxito no siempre está reñido con la calidad de la educación ya que en países como Corea del Sur, los alumnos viven una presión constante y los buenos resultados son a causa de una gran exigencia y una vida dedicada al estudio en el que se limitan a memorizar y adquirir contenidos. Por su parte, el sistema educativo japonés también incita a la competición y mantiene una gran disciplina. Cabe destacar, como algo positivo, la importancia que tiene la educación para estas dos sociedades y el papel del docente que es una figura respetada y parte fundamental en el desarrollo de los ciudadanos. Por último, como aplicación, es necesario aprender de los demás países, tanto de los aspectos positivos como negativos porque todo aporta e importa a la hora de mejorar.
M.
¡Hola María!
ResponderEliminarEnhorabuena por esta entrada, has resumido muy bien el tema. Sin duda, el sistema educativo de cada país tiene puntos positivos y negativos, pero, como has dicho, de todo se aprende. Como futuras docentes tenemos que aportar nuestro granito de arena y trabajar de manera activa para conseguir mejorar el sistema. Creo que en nuestro país hay docentes con muy buenas ideas, solo falta que den el paso para lograr un cambio.
Feliz año!
Miriam.
Por cierto, en mi blog tengo una entrada similar donde comparo los sistemas educativos de Finlandia, Corea del Sur y Japón, pásate si te interesa!
https://cueillelejourpresent.blogspot.com.es/
Muchas gracias por tu comentario, Miriam.
EliminarHe podido ver tu entrada y ya te he comentado porque me gustó mucho.
Un abrazo
Hola María,
ResponderEliminarMe ha encantado la cita que elegiste para la cabecera de tu entrada: 'La educación es un acto de amor, por tanto, un acto de valor'. Creo que sin duda alguna está en lo cierto aunque por desgracia es algo que parece que se está olvidando en los últimos tiempos. Las medidas de la Unión Europea, los objetivos para el 2020, los informes PISA, entre otros, suponen herramientas muy útiles para medir los resultados académicos y el éxito de los diferentes sistemas educativos. Sin embargo, toda esta presión por la competitividad, la adquisición de objetivos, el alcanzar diferentes retos, etc. parece que hace que se nos olvide lo más importante: el alumnado. Para mí, la educación es un acto de amor porque escucha al estudiante, lo comprende, y supone una herramienta que le ayuda a llegar al límite de sus posibilidades enseñándole a su vez, que no hay límites. Es un acto de amor porque le ayuda a aprender de sus propios errores y le transmite pasión y motivación por el acto del aprendizaje. Por lo tanto, para mí, educar con amor es la única forma posible de educación y aunque debamos seguir una serie de estructuras o directrices para que todo salga correcto, creo también que todos deberíamos tener más en cuenta esa bonita frase de Freire que escogiste.
Muchísimas gracias por tu comentario, me ha parecido una reflexión maravillosa. Leyendo lo que es para ti la educación, estoy segura de que serás una docente magnífica.
EliminarUn abrazo.