VARIABLES EN LA ENSEÑANZA DE LENGUAS EXTRANJERAS – DIARIO
«With languages you are at home anywhere».
Edmund De Waal
A la hora de enseñar una lengua extranjera son muchos los aspectos que se deben tener en cuenta: el «público» al que nos dirigimos (alumnado), características de los alumnos, características de los centros, objetivos, etc.
En la entrada de hoy veremos algunas de las diferencias que existen a la hora de enseñar una L2 a niños y a adultos (mayores de 12 años).
En primer lugar, cuando queremos enseñar una L2, así como cualquier otra materia, es de vital importancia tener claro a quién nos vamos a dirigir y cuáles son sus características. Según su edad, tendrán un grado de madurez y un desarrollo cognitivo diferente. Comparemos las diferencias que existen:
NIÑXS
- Durante los cuatro primeros años de vida es cuando se
establecen más conexiones neuronales. Este momento en el que se forma su
cerebro, es ideal para nutrirlo con información y estímulos
lingüísticos.
- Menor inferencia de la lengua materna (están menos pegados).
- Son más curiosos y están más abiertos a aprender cosas nuevas. Se dice que los niños son como esponjas.
- Menor capacidad de comprensión.
- Menor madurez y capacidad de concentración.
- Más participativos, menos vergüenza y miedo al ridículo.
- Menor capacidad de memorización.
ADULTXS (+ 12 años)
- La interiorización del idioma es más costosa y artificial
- Aprendizaje con un propósito (p. ej. mundo laboral).
- Mayor capacidad de comprensión.
- Mayor madurez y capacidad de concentración.
- Menos participativos (generalmente), más vergüenza y miedo al ridículo.
- Mayor capacidad de memorización.
Después de ver las
diferencias más notables que existen queda en evidencia que la edad
ideal para comenzar el aprendizaje de una L2 es en las edades tempranas.
Hace algunos días reflexionaba acerca de como en España la L2 se enseña de manera contraria a la enseñanza de la L1, ya que si nos damos cuenta, en vez de comenzar por la parte oral, que es lo que hacemos con el castellano, p.ej., cuando somos pequeños empezamos hablando y luego es cuando aprendemos la parte escrita y cerramos el círculo. Sin embargo, con la L2 ocurre totalmente lo contrario, aprendemos a escribir y nuestra gramática es buena pero no sabemos comunicar oralmente.
Es por todo esto que considero que un aprendizaje natural, en el que la lengua materna todavía no supone un obstáculo, el miedo a equivocarse todavía no está presente y nuestro cerebro interioriza sin esfuerzo toda la información, es lo óptimo. Cabe decir, que no por ello tenemos que dejar de aprender idiomas cuando somos adultos, ya que lo importante es aprender y ver la importancia de los idiomas.
M.
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